La Tercera Guerra Mundial

Siempre ha habido incendiarios y agitadores que incitan y anuncian grandes calamidades y males para toda la humanidad, que no dejan de ser meros corre ve y diles. Pero en esta ocasión no se ha anunciado ninguna guerra ni mal alguno para la humanidad, se ha hecho en silencio, con mucha sutileza.
Todos los imperios, por muy grandes y poderosos que hayan sido han caído, es el devenir de los tiempos que todo lo corrompe y carcome y la avaricia que no se sacia con nada ni con los grandes beneficios ni con las vidas de los que quedan por el camino.
Y son esos grandes imperios, multinacionales insaciables los que quieren cambiar por la fuerza las fronteras y anexionarse todas las riquezas de este planeta, y fueron ellos los que casi sin darnos cuenta nos han metido en la tercera guerra mundial, que como todas las guerras empieza con un insignificante detalle, ésta con un cambio de moneda y como todos los ríos conducen al mar y este planeta es mayoritariamente mar ahí estamos en la confrontación de todos los mundos, guerra sin cuartel, todos contra todos, vale todo, que es la guerra y la guerra mata y destruye, y hay ejércitos muy bien equipados y adiestrados para hacer el máximo daño posible, pero estos ejércitos no son militares al uso aunque usen las técnicas militares más atroces, son gurus de la cienciologia que crean sinergias y miden indicadores para potenciar las conversiones en resultados de negocio.
Esta guerra tiene muchos frentes y muchas pequeñas batallas, pero hay un gran frente brutal y encarnizado donde mutan los ejércitos y se libran las grades batallas en la lucha por la superioridad tecnológica y el que se impone invade el mundo con sus artefactos salidos de las granjas de los derrotados, por muy numerosos que estos sean.
Esta guerra será larga, muy larga, mucho más larga que un día sin pan, se han inventado todo tipo de armas verdaderas y falsas para matar y destruirlo todo, solo podemos sobrevivir nosotros que somos los mejores y por tanto los más poderosos y tenemos que aniquilar a los débiles que no son válidos ni productivos sino no estarían en esa situación y seriamos nosotros los aniquilados, recordamos esa frase mítica » Quien renuncia a luchar en un mundo cuya ley es una lucha constante, no merece vivir » o esta otra no menos preocupante » Cuando se inicia y desencadena una guerra lo que importa no es tener la razón, sino conseguir la victoria » y en eso estamos en luchar por que sino no merecemos vivir y lo importante es la victoria, después ya impondremos nuestra razón, que al fin y al cabo somos los que hemos ganado, por lo tanto estábamos en lo cierto en el buen camino, en la completa verdad.
Estamos indefensos ante el avance sin demora de las órdas salvajes que lo destruyen todo por pequeño e insignificante que sea, aunque no signifique ningún peligro para ellos, hay que exterminarlo todo, que no quede ningún rastro.